Después de la
exitosa marcha en BTT desde Daroca hasta Luchente y del especial recibimiento
por los vecinos de Luchente el verano
pasado, un grupo de 5 enfermos por las bicicletas decidimos el pasado fin de
semana repetir, aprovechando el 775 aniversario del milagro de los corporales,
la experiencia pero en esta ocasión con las bicis de carretera.
La salida se da desde la Puerta Baja, donde un grupico de Darocenses nos dan la despedida.
La salida se da desde la Puerta Baja, donde un grupico de Darocenses nos dan la despedida.
Al
principio vamos rodando tranquilos y con respeto por el largo recorrido que nos
espera, cruzando por los diferentes pueblos que dejamos por el camino,
escoltados por nuestro fiel motero Luis que nos va filmando durante el trayecto.
No nos hemos dado
ni cuenta que ya hemos llegado hasta Monreal, donde Luis nos deja solos con
nuestra aventura, así que seguimos pedaleando sin pausa y a buen ritmo gracias
en parte al aire que esta vez fue benevolente o tal vez curioso y quiso tomar
nuestra misma dirección.
Llegamos a Teruel a un promedio superior a 30 km/h y
ascendemos el puerto de Escandón (1245m) como los galgos, aquí aparece Javier,
nuestro “manager”, con cara de alivio al vernos después de pensar que ya nos habíamos
metido fuera de ruta al pasar y recorrer los kilómetros con su coche y no
encontrarnos. Así rodamos hasta la puebla de Valverde donde realizamos una
paradica y aprovechamos para descansar y comer algo consistente, mayormente
tortillas, pechugas, lomo y pan. Una vez llenos de carburante afrontamos los
últimos 50 km sin miedo, con nuestro aliado el aire a favor y las líneas de la
carretera fugaces como nunca, bajamos el puerto de Ragudo tomando las curvas
casi rectas y nos encaramos hacia Jérica como motos, tanto que al llegar al
desvío algunos nos lo saltamos y hemos de rectificar y retroceder para tomarlo.
Así que la primera
etapa la concluimos en 5h 45´montados en bici completando un total de 178 km.
COMO SI NADA.
Una vez en Jérica
nos instalamos a nuestra posada y nos lavamos los mosquitos de la carrocería, después
atracamos una pastelería donde nos llevamos diferentes tipos de empanadas un
Jericano (dulce con merengue y cabello de angel), wenísimo.
Damos un largo
paseo por el pueblo donde atracamos también una frutería para llevarnos
platanos, kikos, cacahuetes, pistachos… y tomamos algunas cervezas SIN para
hacer la hora de cenar. El pueblo por cierto bastante chulo, medieval con su
castillo, diferentes torreones y mezquitas, destacando la Torre Mudejar de las
Campanas.
Domingo día 23 nos
levantamos confiados y con ánimos, tan confiados que entre naranjas y
mandarinas al final salimos a las 11 de la mañana, nos vamos dirección a Altura
pero nosotros tercos como la Mula, en vez de eso aparecemos en la fuente de los
50 caños de Segorbe, donde están representadas todas las provincias excepto 2
extrapeninsulares. Una vez allí preguntamos el camino hacia Altura pero nos
volvemos a liar y final cruzamos y recruzamos Segorbe, hasta que al final damos
con el camino bueno.
Esta vez el aire
tan cerquita de la playa decida tomar diferente rumbo al nuestro y nos molesta,
con lo que nuestra velocidad de crucero no tiene nada que ver a la de la
jornada anterior, para colmo con tan solo 30 km en las patas empezamos a subir
el puerto de Montmayor, 8 Kilómetros ascendentes al 6% de pendiente que nos
deja al grupo desperdigaos por los diferentes puntos kilométricos del puerto.
Arriba nos reagrupamos todos y encaramos un tramo favorable con algún falso
llano y campos de naranjos por todas partes, sin dar
alcance a nuestras vistas.
Al final cuando
llegamos a Turis, Javier nos encuentra una posada donde nos dan el carburante
necesario para seguir realizando millas, nos damos cuenta de que el itinerario
tiene bastantes kilómetros más de los que habíamos previsto, 30km ni mas ni
menos y vamos bastante pillaos de tiempo, con lo que decidimos apretarle y no
hacer caso a la dirección del viento, pero con tanta tensión pinchamos una
rueda y perdemos 5 minuticos en repararla.
A partir de aquí
les apretamos como alma que lleva al diablo a nuestros pedales y conseguimos
elevar la velocidad considerablemente, algunos los pasamos mal pero seguimos,
peor lo paso la mula pensábamos, y nos dio fuerzas para llegar hasta Xativa
donde vimos milagrosamente al coche de Javi y lo exprimimos hasta la última
gota de acuarius y frutas que guardaba dentro, nuestro pobre manager se echaba
las manos en la cabeza de ver la hora que era y nosotros allí paraos.
Continuamos la
marcha gracias a ese repostaje y afrontamos los últimos 18 km a oscuras, con
Javi alumbrándonos el camino con su coche y a una marcha endiablada, tanto que
ni los coches que nos precedían se atrevían a adelantarnos.
Así al final
llegamos a Luchente con el acogedor recibimiento de los vecinos, mediante
eufosivos aplausos y saludos y posteriormente condecorándonos con una placa y
excelente comida.
Gracias por
todo!!!!!!
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