martes, 4 de octubre de 2016

LUCHA DE CICLISTAS CONTRA GIGANTES

No podíamos terminar la temporada sin antes completar una de las  hazañas de las que marcan nuestra trayectoria como ciclistas, una lucha contra gigantes que agrandan nuestro curriculum, una vivencia que es como un sueño hecho realidad para todo amante del pedal sobre el asfalto.

El enfrentamiento  tuvo lugar en territorio galo y se prolongó durante 3 días, el resultado fueron tres cuerpos vacios de energías pero llenos de vitalidad para volver a repetir una experiencia inolvidable.

 El primer día después del viaje de casi 4 horas y sin tiempo para descansar decidimos conquistar a nuestro primer gigante llamado Col d´ ADET. Con nuestras piernas agarrotadas del viaje y sin tiempo para calentarlas  la lucha fue bestial, el primer km al 6.5% nos advertía de que no iba a ser fácil vencerlo, el segundo km al 10% hacía mella a nuestras piernas, el tercero y el cuarto también al 10% intensificaron nuestra agonía, el quinto al 9%, el sexto al 7%, el octavo al 9% y los 3 últimos al 7% nos dejaron bien claro de que para conquistar a todos los gigantes a los que teníamos que enfrentarnos en los 2 días posteriores, íbamos a tener que dejar nuestro sudor en la carretera y sufrir como auténticos gladiadores.




El siguiente día aprovechando el frescor matutino nos hicimos primero con el Col d´ASPIN, un hermoso gigante de  785 metros de desnivel y casi 11 km de distancia,


con las piernas ya castigadas, el segundo gigante al que nos enfrentamos fue el Col du TOURMALET, este coloso no nos dejó indiferentes, sus 17 km de ascensión y sus 1280 metros de desnivel nos hicieron sudar sangre en el campo de batalla dejando nuestras reservas de energías al límite.


Ya por último nuestro siguiente monstruo fue el Hourquette d´Ancizan, de 14 km y 720 metros de desnivel, que aun sin ser tan violento como los anteriores su conquista después de todo lo pasado supo a gloria. Allí hablamos con los caballos que pastaban libremente y nos deleitamos con unas vistas espectaculares.





El tercer y último día nos levantamos con dolor de piernas pero no sin ganas de más conquistas, así que sin más demora nos enfrentamos rápido al primer gigante de la jornada llamado el Col de VAL  LOURON-AZET, preciosa ascensión de 10.7 km con un desnivel de 741 metros.



De allí nos dirigimos a Génos  sorprendiendo por su lado débil al siguiente gigante llamado Col de Peyresurde, de 7.9 km y con un desnivel de 600 metros.



Bajamos a Bagneres de Luchón donde nos paseamos por sus calles y volvimos sobre nuestros pasos abordando de nuevo al Col de Peyresurde, pero esta vez por su lado fuerte, 14 km con un desnivel de 946 metros. Titánica lucha para conquistarlo donde la mente entra en estado de trance para poder hacer frente a semejante esfuerzo, una vez conquistado decidimos subir un poquito más y llegar a la estación de esquí de Peyragudes.






Volvimos de nuevo hacia Génos y luchamos de nuevo contra el Col de Val Louron-Azet, esta vez por su otra cara que aunque más corta no menos dura. Fue nuestra última batalla, con las vacas como testigos de nuestro esfuerzo agonizante para superar los 616 metros de desnivel en tan solo 7.3 km de distancia.



En definitiva 3 días donde finalmente recorrimos 230 kilómetros y superamos un desnivel positivo de 8670 metros, conquistamos satisfactoriamente a  los 9 gigantes  que hicimos frente, pasamos por unos parajes preciosos, estuvimos alojados en una zona privilegiada y sobretodo la  grata compañía hicieron que este viaje sea un referente para repetirlo en venideras ocasiones.